jueves, 22 de noviembre de 2012


 TAMAULIPAS

PUEBLOS MÁGICOS

 

MIER

 

 


Población fundada con el nombre de Mier, el 6 de marzo de 1753, bajo la advocación de la Purísima Concepción, por José de Escandón, en el sitió llamado paso del Cántaro, con familias procedentes de Camargo y Cerralvo. El mando político y militar se le confirió al Cap. José Florencio Chapa.

En 1757, ya se habían agregado a la población familias originarias del nuevo reino de León, “alenatados del disfrute de las tierras que señalaron por términos a la nueva población, así como de la libertad de derechos…” ascendiendo su vecindario a 39 familias con 274 personas. Las habitaciones se encontraban dispersas y estaban construidas de lodo y piedra o de horcones embarrados, “… solo el capitán ha labrado una casa de cal y canto, baja y con azotea”. La base económica de los habitantes era la ganadería y venta de cebos , lana y pieles, de cuyas ganancias compraban el “maíz que les falta”.

En 1770, la villa contaba con 65 habitantes y la misión de Mier congregaba a 101 indígenas llamados “garzas” administrados por un religioso del Colegio Apostólico de Guadalupe, Zacatecas. Entre 1780 y 1784, el teniente de las fuerzas milicianas coloniales y justicia mayor de esta villa, Santiago Barrera, ordenó se iniciara la construcción del templo.

En 1843, Toribio de la Torre dijo que los indígenas de la misión de Mier “han sido utilísimos contra las incursiones de los bárbaros que frecuentemente asolan la frontera”. El 26 de diciembre de 1842, en esta villa fueron vencidas las fuerzas texanas bajo el mando de Williams S. Ficher, que habían invadido la frontera de la villa.

En 1934 se le quita a Mier la aduana fronteriza.

En 1950 se le segregó casi la mitad de las tierras del Municipio para crear al de Miguel Alemán.

En 1952 el Municipio cede terreno para los asentamientos humanos de “Nueva Ciudad Guerrero”.

 

TULA

 

 

 DONDE NACIÓ LA CUERA TAMAULIPECA

Este poblado, ubicado en el estado de Tamaulipas, se erige sobre un terreno que entremezcla el bosque y el desierto, dando vida a paisajes sumamente contrastantes. Aunque es uno de los destinos del programa de Pueblos Mágicos menos explorados, en su interior alberga ricas tradiciones que dan fe de las antiguas civilizaciones que la habitaron y de los movimientos revolucionarios que en su seno se desarrollaron.

Tula también es famoso por sus elaboradas artesanías y exquisita gastronomía, pero sobre todo por ser el creador de la conocida como cuera tamaulipeca, una emblemática prenda de vestir de la región. En sus construcciones de adobe con balcones de hierro forjado podrás reconocer el pasado y las costumbres de una ciudad que hace más de cien años fuera la capital del estado y una de las más hermosas del noreste del país.

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